Buscando nuevas formas de pasar nuestros sábados todavía soleados, emprendimos una microgira experimental este pasado 25 de junio. Después de la clase de introducción a la computación que están aprovechando algun@s compañer@s de hemodiálisis como Roney, Jorge, Ezequiel y Lizbeth, así como Tate, quien es parte del personal de salud que nos atiende, acompañados además de dos super mamás, una esposa y Sila, emprendimos una caminata por Barrio Amón, en dirección al Museo de Arte Contemporáneo.
Haciendo una parada en la Galería Andrómeda, para tomar un poco de aire después de la cuesta empinada (cada vez más empinada con el paso de los años), seguimos hacia el museo, con tan buena fortuna, que nos encontramos con las actividades festivas que se han organizado en los parques, particularmente cruzamos el Parque de la Expresión.
Finalmente llegamos al Museo, recibidos por Sandrita cruzamos las salas con al exposición de la colección del MADC, la exposición de antiretratos fotográficos de José Hernández, y hasta tuvimos una sorpresiva reacción del ascensor que no quería dejar salir a unos de nuestros amigos. Fue una mañana espléndida, llena de imágenes, de compartir las cosas de la vida, y hacernos más fuertes en el camino. Para algunos fue la primera vez que entraban a un museo, para otros, la primera vez desde hace algún tiempo, en que emprendían una caminanta por San José, dejando atrás deliberadamente dificultades y conceptos limitantes sobre las posibilidades que tenemos como individuos y como grupo.
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